Día contra el SIDA

Han pasado unos días del denominado día mundial contra el SIDA. Hemos visto las ridículas cintas rojas en algunos lugares, y hemos asistido a declaraciones vacías por parte de algunos políticos. Pero no se ve por ninguna parte que se alerte a la población del verdadero peligro de esta terrible enfermedad. Ninguna referencia a la manera evitar el contagio.

Sólo se realizan acciones demagógicas de propaganda, y que son al mismo tiempo irresponsables, y que rayan la criminalidad.

Años y años con esta enfermedad, y no tienen otra cosa que decirnos que aconsejar y casi obligar a creer que se previene con el preservativo. ¿Eso es lo que se llama educación en salud pública? ¿Para eso pagamos a nuestros gobernantes y médicos? ¿de verdad creen que no somos capaces de comportarnos como personas?

¿Pero es que no ven los resultados? ¿Qué han conseguido en España? ¿Y en Europa? Por lo menos se deberían dar cuenta y rectificar. Algo se ha debido hacer mal.

Pero no, no quieren darse cuenta. Es más, quieren silenciar a los que lo quieren hacer bien y lo hacen.

Hay pruebas de ese bien hacer. Me remito a ellas.

Uganda. Mediante programas serios de salud pública, se consiguió cambiar el comportamiento de la población. Mensaje claro: A (Abstinencia), B (Fidelidad), C (Carácter). El 93 % de la población cambió su comportamiento sexual. Y los jóvenes han sido los mayores defensores de este plan.

Resultado: La prevalencia estimada de SIDA alrededor de 1990 era del 20 % de la población. En 2006, ha sido del 6 % - 7 %.

Y no sólo es en Uganda.

Quien no lo quiera ver que no diga que defiende a la humanidad.

(Fuente: ACEPRENSA, 053/06 )