Quien haya tenido una intervención quirúrgica, por muy sencilla que haya sido, habrá tenido que firmar la noche anterior un papel donde se informa de todo lo relacionado con la operación. Se trata del consentimiento informado, regulado en España por la Ley 41/2002. Es decir, toda actuación en la Sanidad requiere del consentimiento de los pacientes, que tienen derecho a negarse al tratamiento por escrito. Esa información debe ser por escrito en casos de intervención quirúrgica, procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasores, y en general aplicación de procedimientos que supongan riesgos o inconvenientes de notoria y previsible repercusión negativa sobre la salud humana.
Si han leído detenidamente ese papel, y si son muy aprensivos, habrán tenido ganas de no firmarlo, dado que pone, por ejemplo, los riesgos que existen en tanto por ciento para esa operación.
Pues bien, existe un caso de intervención de alto riesgo en la cual no se informa convenientemente, dado que se realiza de manera rápida en el momento de la intervención. Es el caso de las intervenciones que dan lugar a abortos provocados. Entran dentro de las denominadas invasoras, sin duda.
Pero el papel que se da a las chicas, éstas apenas si lo leen, dado que lo hacen en un estado de nervios y de stress muy fuerte, de manera que firman casi sin mirarlo. Quieren acabar cuanto antes. Y además, no se les enseña ningún escáner de su hijo.Saben esas pseudo clínicas que si ven una imagen, las madres se echarían para atrás en un 99,99% de los casos.
http://www.justthefacts.org/clar.asp
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