Quimeras

Monstruo imaginario que, según la fábula, vomitaba llamas y tenía cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón. Esto es una quimera.

Gran cantidad de políticos y periodistas se deslumbra ante los científicos, sobre todo si éstos pretenden desarrollar métodos que se suponen revolucionarios. Y si a eso se le añaden cargas ideológicas y de dinero, pues ya se sabe lo que sale de allí, una quimera.

Y quimera es también el embrión resultante de transferir ADN humano a un óvulo animal, de vaca u otras especies, al que se ha desprovisto de casi toda la información genética. Una vez realizada la transferencia, la célula se activa para que empiece a dividirse en un proceso similar al de los primeros pasos tras una fecundación. Y cuando se obtiene una cantidad de células suficiente, la quimera se destruye.

Y, si en lugar de destruir el embrión híbrido, lo implantaran en el útero de una mujer, si el proceso se concluyera, se llegaría, hipotéticamente, a engendrar un ser mayoritariamente humano, pero con una parte animal.

¿De verdad estamos dispuestos a que se juegue de esa manera con las personas, y con nuestra especie? Se trata de, al menos, de un asunto de dignidad.