Bien y mal

En el libro y la película "El señor de los anillos", las fuerzas oscuras luchan para hacerse con el poder en la tierra. Y mientras el señor oscuro prepara la trama, en el país de los hobbits todo transcurre plácidamente. Nadie se da cuenta del peligro, todo es. bonanza y belleza, a nadie le falta alimento, hay fiestas… Pero los hacedores del mal acechan, no descansan ni duermen. Dicho libro fue escrito por el católico Tolkien, y reflejaba con distintos símbolos lo que la Iglesia enseña, que más allá de lo que vemos con nuestros ojos y sentimos existe una lucha a muerte entre las tinieblas y la Luz, un mundo de la eternidad. Los cristianos nos hemos dormido, pensando que todo es placidez, y hemos subestimado las amenazas del averno. No hemos querido contar con las fuerzas del cielo. Y ahora, sobre todo en España, el mal se ha puesto en pie de guerra (¿el mal o… el maligno?). Pero el mal no tiene nunca la última palabra, como decía el santo Papa Juan Pablo II. Como en el libro de Tolkien, hay esperanza, existen personas que luchan por el bien... Y una Persona (mejor, tres), está con ellos.

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